esta larga noche
una sonrisa extraña escapa de mis labios.
esta noche no tendria que ser una noche más
y sin embargo,
el aburrimiento es un nostalgico recuerdo de esos años.
esta noche, demasiado larga,
demasiado preñada de alucinaciones,
el pasado,
el oleaje,
el mar de colores nublados,
el ruido,
el miedo,
la infinita infancia,
un tesoro de grandes perlas perforadas,
la sangre de la uva sobre la almohada,
y una muerte aturdiendo esta casa de ojos quebrados,
de mirada mutilada,
e vomito en la nariz.
los gatos lloran como guaguas,
las nubes pasan demasiado raudas,
la soledad intensa quemando mi garganta.
no hay en esta casa otra alma desvelada,
un mounstruo caritativo que salve mi alma,
una masculina madre que despeje mis pulmones.
las flores nocturnas se marchitan en la mañana
los ojos se tiñen de un velo opaco,
la traquea es un tiradero de vino barato,
y las manos de lirio livido se vuelven violaceas,
esta soledad fue larga, demasiado larga.
un hielo ha congelado mis venas amargas,
el corazon duro,
la cama helada,
el ibro muerto,
la violeta apagada.
la noche ya tácita se hizo madrugada
y de mis manos salen alas,
cojen la rata en su utero pequeño.
me siento caliente
y estrecha
y mojada.
y el olvido,
ese dulce consuelo,
que hace distar las cosas,
ignorar el karma,
llega desde lejos a recostarse en mi cama.
sathiel