Thursday, May 31, 2007

Eclipse de Aurora

ah!, tomame de la mano y hazme recordar el sonido del regocijo,
la carcajada tenue y pura a estos labios marchitos
y la iridiscencia a estos ojos empolvados y secos.
A orillas de la laguna azul se vierten lagrimas de hojas blandas,
y los caballos pacen apretandose y rozando sus pestañas orientales.
una vieja de cara blanca y redonda se lleva la noche prendida en la falda.
y deja regado el último rubí a la mañana.
Pareciera que desplegadas sobre el valle
muchas cosas se rieran desde su intimidad,
y vivieran, por una vez felices, la vida.
ah! este paseo es hermoso
es hermoso y breve.
la belleza duele por lo efímera
y la paz desespera mi corazon.

Lejos, en el desierto, la negra yegua flaca,
mira con largos ojos este resplandor,
bufa sedienta con los hollares pegados al polvo,
los cascos partidos escarban las costillas de la tierra de piedra,
y calan hondo en mi alma,
hincando raíces la pesadumbre,
con los ojos opacos, monto la yegua negra
y me abandono a la vida vacía,
sin música, con el silencio solitario,
por bárbaros desiertos nocturnos,
esclava eterna,
jinete al fin y hasta el fin
de la noche perpetua de la razon.