El Pasaje Inconstante (poema narrativo)
No se oye el ruido de mis pasos,
entre la lluvia no puedo distinguir la punta de mis dedos.
Sé que me rodean arboles extraños,
son extraños porque no los he visto antes.
Lejos está la casa maldita,
la noche constante, la pesadilla absoluta de un hombre implacable,
apostado en el umbral,
lanzando su fría mirada por encima de mi piel estremecida.
y sin embargo, sin embargo...
entre las pesadas y multiples gotas entreveo una niña asustada,
llorando en camison, tras de ella el ventanal de una casa.
relampagos y torbellinos de luces y muebles volando.
y una yegua negra pasa galopando entre nosotras,
su impetu me arrolla
y de rodillas en el suelo, veo en mi propio reflejo la semilla del mal.
amargamente pegada al telefono
erguidas mis lanzas como un ejercito de avispas,
saltaban mi palabras con rabia,
hiriendo como una maquina imparable.
caen a mis costados mis enemigos,
la sangre me cubre hasta las rodillas.
pocos pudieron soportar la fuerza de una mirada,
que parecia comprender amargamente todo. todo.
la muerte era un esclavo en mi mano,
y yo era un pequeño thor de la destruccion.
bastó la lluvia para penetrar en las raices
la sangre derramada haciendo espacio entre mis celulas.
la noche.
limpidos mis ojos se embarran de luna.
y tan desnuda me siento en las calles alquitranadas
de este tubo de escape.
la yegua negra pasta, la yegua blanca muere.
mis cabellos se liberan mojados sobre mis piernas,
y me voy, muñeca calva,
de la miseria, a la miseria.
y descubro en medio de la vida,
que el mejor remedio a la pobreza es el sueño,
esa figura sinsentido que a veces toma tanto cuerpo.
montada en la yegua negra,
recorro la misma calle una y otra vez, sin notarlo.
he regresado sin saber qué hacer.
mi casa se ha teñido de violencia.
otros niños se sientan desnudos en la calle a llorar de miedo
y tras de las paredes de mi claustro oigo sus súplicas.
y me voy de alli porque no puedo con ello.
y asi salgo de la casa.
y caigo en el mismo pasaje,
bajo la lluvia,
rodeada de arboles extraños,
extraños porque no los he visto antes.
pero si he pasado por aqui tantas veces....
No se oye el ruido de mis pasos,
entre la lluvia no puedo distinguir la punta de mis dedos.
Sé que me rodean arboles extraños,
son extraños porque no los he visto antes.
Lejos está la casa maldita,
la noche constante, la pesadilla absoluta de un hombre implacable,
apostado en el umbral,
lanzando su fría mirada por encima de mi piel estremecida.
y sin embargo, sin embargo...
entre las pesadas y multiples gotas entreveo una niña asustada,
llorando en camison, tras de ella el ventanal de una casa.
relampagos y torbellinos de luces y muebles volando.
y una yegua negra pasa galopando entre nosotras,
su impetu me arrolla
y de rodillas en el suelo, veo en mi propio reflejo la semilla del mal.
amargamente pegada al telefono
erguidas mis lanzas como un ejercito de avispas,
saltaban mi palabras con rabia,
hiriendo como una maquina imparable.
caen a mis costados mis enemigos,
la sangre me cubre hasta las rodillas.
pocos pudieron soportar la fuerza de una mirada,
que parecia comprender amargamente todo. todo.
la muerte era un esclavo en mi mano,
y yo era un pequeño thor de la destruccion.
bastó la lluvia para penetrar en las raices
la sangre derramada haciendo espacio entre mis celulas.
la noche.
limpidos mis ojos se embarran de luna.
y tan desnuda me siento en las calles alquitranadas
de este tubo de escape.
la yegua negra pasta, la yegua blanca muere.
mis cabellos se liberan mojados sobre mis piernas,
y me voy, muñeca calva,
de la miseria, a la miseria.
y descubro en medio de la vida,
que el mejor remedio a la pobreza es el sueño,
esa figura sinsentido que a veces toma tanto cuerpo.
montada en la yegua negra,
recorro la misma calle una y otra vez, sin notarlo.
he regresado sin saber qué hacer.
mi casa se ha teñido de violencia.
otros niños se sientan desnudos en la calle a llorar de miedo
y tras de las paredes de mi claustro oigo sus súplicas.
y me voy de alli porque no puedo con ello.
y asi salgo de la casa.
y caigo en el mismo pasaje,
bajo la lluvia,
rodeada de arboles extraños,
extraños porque no los he visto antes.
pero si he pasado por aqui tantas veces....