Hechicera
La música volverá a mis manos,
No así el calor de las pupilas frescas,
Y entonces, mi espíritu sonríe,
Mientras se elevan los muros tibios
El musgo, la oscuridad y la palabra.
Vuelve la música a mis manos,
Mi dios, mi amor, mi vida,
Los conocimientos oscuros de una escuela incomprendida
La magia fluye desde mis manos,
Es hechicería, la concreción de un sueño pagano.
Amor mío, espíritu.
Amor mío, sombra.
Amor mío. música,
Los árboles del bosque siniestro y bello
Se vuelven armonía.
El sol filtrando como rayos impalpables
-canta-
habita mis cuerdas,
llena mi mente.
La música ha vuelto a mis manos.
La hechicería es encantadora cuando el mundo suena
Multiplicándose en oscuridad,
Y una estrella pequeña,
Titila en mi garganta
Y dice: “amor, es de noche,
Vamos a cantar”.
Oscuro Sentido
las sombras esta noche tienen formas nuevas.
las amapolas se cubrieron de tul
y esparcieron polvos rutilantes llenos de sueños.
estabamos tan muertos, tan ebrios,
embebidos de miradas que eran ciegas.
era de noche, y estabamos muertos por primera vez.
nuestros cuerpos eran blandos y fríos,
y tus besos, entre coágulos,
eran buenos besos de amor.
eramos violetas, purpúreas, ahogadas.
y manchamos nuestras lápidas y nuestras cruces,
en la violencia de nuestro abrazo.
Violetta Valery
inocencia
cada mañana puedo cabalgar sobre tu piel blanca,
puedo embeberme de tus crines transparentes,
puedo galopar mirando tus ojos azules,
y sentir tu sangre entre mis piernas,
con el fuego de algun desierto berberisco,
que alguna vez se inundo de tus praderas.
cada mañana puedo poner tu casco en mi pecho
y confiar que tu herradura no se aplastara contra mi espina,
cada mañana puedo besar tu nariz de felpa y quebradas lejanas,
y ver como te deshaces, como una figura de agua,
como una ilusion, como el olor de una azucena,
te vas, te vas.
me duele mi primer amor,
su tumba esta lejos,
y vive en todos los caballos del mundo,
y tambien vive en ti, ilusion.
el amor de los muertos
oh! tu cadera blanca, dulce muerta, ¡como baila tu cadera para mi!
tus rodillas castañetean al son de lo mas erotico, lo mas deseable,
aqui, bajo la tierra, cubierta apenas con tu mortaja podrida,
tu sonrisa eterna envia los destellos que tus vacios ojos no muestran,
desde tu delicada calavera.
oh! mis huesos marchitos por varios siglos se deleitan con tu esqueleto,
delgada espiga, mi hermosa muerta, blanca, blanca,
tus huesos y tu mortaja, a la luz de la luna, salpicada de tierra,
ven conmigo, sobre el barro. ven y amame fielmente,
yo fui tambien un hombre honrado y ahora soy un esqueleto enamorado,
ven y que nos atraviesen los murcielagos,
nuestro abrazo suena como un palo de agua,
nuestros movimientos sin sudores, pelados estamos,
amame, dulce muerta, asi como yo te amo,
dejame peinarte con mis costillas, cuando hallamos acabado,
hermosa muerta, ¡como yo te amo!
